Nunca he tenido que decir adios a la persona amada,
y sin embargo me gusta tanto mirar a la gente que pasa de largo por mi lado.
¿Quién será?
Por qué su rostro tiene un toque a tristeza y cansancio acumulado,
cuál
es su historia,
a dónde va,
por qué,
¿le habrán roto el corazón alguna
vez?
Toda esta movida se recrea en mi mente mientras espero para despedirme.
No es un adios,
hasta pronto más bien pero yo sigo pensando que los aeropuertos son un lugar maravilloso donde brotan miles de historias para contar cada día,
y no sé,
me acabo de acordar de su sonrisa y la vida ahora mismo ha dejado de ser tan puta.
Eres mi destino,
lo sé.
En tu cuello está mi llegada y te voy a volar
hasta la razón.Quiereme sin despedidas que yo no voy a decirte adios,
más bien hasta ahora,
donde siempre,
donde tú y yo seamos hogar.
Buenos días mundo, estoy preparada para ti.