*Mensaje en el contestador*
Piiiiiií...
Ey, hola
¿qué tal?,
sólo quería decirte que te echo de menos
que este año ha empezado con buen pie,
-queriendo pecar de excepción desde ti-
y que tengo un par de zapatillas nuevas,
para poder andar, no todo lo que dejamos atrás
si no todo lo que podemos recuperar de este presente descolorido.
Que ya sé que tu vida está ahora en otro sitio
y que las cosas han cambiado...
Tanto que, a veces se me transforman los recuerdos en lágrimas brillantes que secan todo a su paso,
como supongo que a ti no te abandonarán por esa cabecita...
Que si te hice desaparecer fue para poder curarme
y que aun así a menudo me cuesta funcionar bien.
Que la suerte ha vuelto a mi vida en forma de personas
y que tu hueco no deja de arder por estar vacío.
Que todas las preguntas que te hice
fueron para hacerte pensar, que encontrases al fin tu camino
y así sonreír.
Que no sabes cómo te siento
aun sin verte desde hace tantos meses,
-que se han disfrazado de lustros-
y me han llevado directa a la inconsciencia.
Que cuando suena Extremo de repente,
reinas imperiosa en mi mundo interior.
Que creo que no es que no pueda vivir sin ti,
es que no quiero.
Y que te quiero como a nadie he querido;
porque te quise entonces,
y después de todo,
sin dejar de hacerlo hasta al respirar.
Reconozco
que nací de nuevo a los dieciséis
y que fue por tu culpa, maldita y dulce niña incomprendida.
Que tu boca se ha colado de nuevo por algunos de mis sueños
y que no entiendo qué coño estamos haciendo desperdiciando el tiempo de vivirnos.
Quiero que te quedes, vamos a arreglar esta fisura que creamos.
Vuelve, ven a jugar a levantar el vuelo
por los acantilados de las historias imposibles,
pero esta vez,
de mi mano
sin vendas
y
mirando a ambos lados.