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sábado, 18 de mayo de 2013
Una lágrima perdida...
Pequeña incomprendida.
Ella, que lucha todo el día,
por no llorar, por no dejarse arrasar,
que por amor dejó todo,
echando el resto al lodo.
Sin más tejemanejes que el de marcharse..
Para hayar su felicidad,
que más de un día le faltará,
tan solo por recordar,
lo que nunca tuvo y siempre extrañará.
Ella, pobre pequeña incomprendida,
que su inocencia ha visto perdida.
Ella, que a veces se siente sola,
como un grito dirigido hacia la aurora,
de la mañana.. a la que grita cuando no siente nada.
Lloros rotos tras un cristal,
en un sueño del que no despertará.
Sientete libre de una vez ya,
no dejes oculto tu grito sin más,
a flor de piel,
así el dolor nunca dejará de ser...
Pues no ves que ha amainado la tormenta de tu interior,
encadenada sin compasión a quién no te merecía,
tanto se sumergía en nuevos proyectos de algo nuevo y un tanto incierto...
Ay pequeña incomprendida,
tú lo entenderás algún día.
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