El día de después

Algunos dirán que es por la resaca
otros, porque es domingo.
Yo digo que es por mi,
mi de esos con partes de ti.
Que sí.

Llámalo como quieras; yo opino que es sobrevivir.

La mujer tóxica

Tiene una silueta tan perfecta,

tan inequívoca, tan provocativa...

Posee las clavículas más perfiladas que jamás halla visto

y unos labios capaces de arrancarte los sueños de una simple mirada.

Tiene el pelo color carbón, podría decirse que arder entre él sería un regalo del infierno del deseo.

Su nombre te recorre la espalda tres veces antes de que puedas haber movido un solo músculo de tu frágil y mortal cuerpo.

Adictiva como ella sola; letal.

Empieza por 'T' y termina por 'risteza'.

He muerto por ella tantas veces...

Me ha matado,

y que muerte más dulce.

Nada más que añadir.

El alma un día se le estrechó de querer;
-sin respuesta-.

Sus manías

Nunca se paró a buscarle la bellaza a la tristeza
nunca hizo por vencer sus miedos
ni rompió unos esquemas por segunda vez.
Nunca regresó porque no llegó a estar,

nunca, porque siempre lo que rompía era a mi de nuevo.

Tú y otras cuestiones

Me ha llevado dieciocho meses
incontables rupturas
un nombre a fuego en el pecho
casi 540 madrugadas
lágrimas de cristal invisible
deshechar algunas de mis canciones favoritas
odiar
avanzar sin querer
morir de ganas,
y de asco.
Abrazar a la tristeza
y estrecharle la mano al desencanto,
callarme algunos te quiero
desear no haber caído en la tentación
querer no haberme enredado jamás en tu pelo
vivir en tus ojos para siempre
no salir nunca de tu cuello
y que tu culo fuese el único compás que marcaba mis dias.
He dejado de hablar a gente,
de sonreír,
de querer que el amor reincida en mi,
a manos de otras. 


Y aún, me sigo preguntado por qué.

En un lapso, me quedé

No es lo mismo un tornado que un huracán
andar que caminar
o estar pensando en ti y pensarte.

Pasado
presente 
y futuro.

Pretérito desgarrador
coetáneo entre ausencias
y venidero incierto.

No es lo mismo una mujer rota que una mujer triste
perecer que caer
o tú y yo.

No es lo mismo pero es.
Mírame,
quiero volver en ti.

Tragicomedia a destiempo

Al igual que nuestra especialidad de querernos a destiempo
no es lo mismo un lunes que un domingo,
descansar que marchitar, 
o simplemente caminar respecto a andar.

 Tus rizos son la falsalarma del amor
y mis sueños manchas color desazón,
si, si esas que bien sabes tiñen tu pantalón.

No te va a salir bien eso de la indiferencia,
dime entonces por qué tu mente me busca cada noche
o por qué cruzo tus pensamientos a golpe de ¡BANG!

Me has jodido a jodiendas,
digo a sabiendas.

Mientras tanto yo sigo tan confunsa
que creo que me herí a mi misma.

Eh,
el corte lleva tu nombre.
Y nada, que aquí me mantengo.