Al igual que nuestra especialidad de querernos a destiempo
no es lo mismo un lunes que un domingo,
descansar que marchitar,
o simplemente caminar respecto a andar.
Tus rizos son la falsalarma del amor
y mis sueños manchas color desazón,
si, si esas que bien sabes tiñen tu pantalón.
No te va a salir bien eso de la indiferencia,
dime entonces por qué tu mente me busca cada noche
o por qué cruzo tus pensamientos a golpe de ¡BANG!
Me has jodido a jodiendas,
digo a sabiendas.
Mientras tanto yo sigo tan confunsa
que creo que me herí a mi misma.
Eh,
el corte lleva tu nombre.
Y nada, que aquí me mantengo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario