Hoy me he ido de allí.
Ya sé que lo había hecho otras veces, pero hoy...
Hoy ha sido diferente,
juro que cuando he vuelto me he quedado sin oxígeno.
Sé que muchos dirán que todo fue por su producto
que yo no me pude resistir, que ya nada importaba
que ella estaba conmigo, dentro de mí, inundándome,
haciéndome volar, lejos...muy lejos de allí.
Y si bien recuerdo que sonreí mientras, ahora no puedo no hacerlo al compás de este piano...
Y dios...cómo duele lo que se deja atrás, cómo duelen tantas vidas acuestas,
tantas historias a medias, tantas divisiones, tantos ejércitos rotos, tanta desesperación...
Oye, te estaban mirando, se han quedado pensando qué era de ti
que dónde estabas, que por qué no te movías ante todo lo que pasaba en tus ojos inválidos de recuerdos del ayer.
Olas, olas e islas que ya desconozco.
Comunico que es consentido,
que si yo me alejo es porque es necesario
que si yo nunca me voy es porque no va conmigo...
Dame una rosa por cada vez que he pensado en tu boca,
maliciosa
como cada aversión que me encuentro en el nuevo mundo.
Que he vuelto ha escribir,
y he llegado a una conclusión, amor.
Que se puede ser un cachito del antes y un todo lo demás del ahora,
que nada importa
que tenemos que ponernos bien,
que va a ser una gozada
que todo esto es merecido
que digo adiós a este maravilloso y nublado día, que me ha proporcionado la próxima idea.
Adiós mundo, ya me he llevado algo aprendido hoy
y es que hay que saber cuando parar de hacerse uno daño por dentro
cuando abrazarse,
cuando evitarse en los reflejos
cuando no querer responder a preguntas de uno mismo
cuando conectar con el silencio
cuando shh....
Adiós mundo, adiós...
No hay comentarios:
Publicar un comentario