tal vez nos perdamos por Madrid
e incluso llegue a quererte.
Alomejor rellenas este vacío
e inundas mi razón de ser.
Puede que te robe un beso
o dos
o mil.
Quién sabe si atravesaré todos los cambios de rasante de tu cuerpo
y probaré, comprobaré y reviviré en tu miel.
Posiblemente nos rompamos alguna que otra vez
y seguro que nos arreglamos entre las sábanas a continuación.
Igual eres el próximo para siempre de dos años
o seis meses
o diez.
Es probable que nadie me vaya a arrebatar el sentido de tu misma manera
y que no sienta el desamor tan fuerte como cuando no estés.
Pero hasta entonces,
hasta ese momento,
hasta que me atravieses con la mirada y yo me sienta en el infierno del placer
yo
te sigo
esperando.
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