Qué me dices si te digo que quiero ver de amanecer, rodeando tus costillas, soñando despierta sin querer,
apartada del mundo que nos rodea, evadiendonos con un susurro en el instante preciso para dejarme con las ganas que después saciaré contra el cabecero de tu cama...llegar a la cumbre entre tus brazos...?
Rodearte, perseguirte, asaltarte nuevamente y sin salir de tu colchón.
Que no encuentres descanso en toda la madrugada, que nuestra respiración se acelere, que me tope una y otra vez con tu cuerpo, apeiron de mis pensamientos, carretera de mi imaginación...
Manos que suben y bajan, caricias que van y que vienen, besos que queman de pasión, mordiscos dulces, de los que no duelen.
Días en el paraiso, al menos lo que yo entiendo por paraiso.
Tu cuerpo y tú. Tú y tu cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario