termino haciendo disoluciones del pasado.
Mezclado en versos rotos
de esos de heridas ya suturadas.
La piel se me está quedando muda
o yo que sé,
ya no te susurra ni cuando nos rozamos por equivocación.
He perdido la cuenta del presente,
el tiempo pasa y nada llena.
Buceemos en los silencios,
a ver si llegamos a casa y nos dejamos de tantas gilipolleces de una vez.
El amor vino y se fue,
llegando el desamor de bruces y también abandonándome a tu suerte.
No sé que me queda,
no sé en que quedo,
pero -me quedo-,
no.
Hay canciones que dejaron de sonar,
lo han perdido todo
hasta el último matiz de tu boca en la mia,
hasta tu sombra en el cristal.
Me resvala la vida entre los labios
mañana, tarde y noche,
en las ausencias,
esperas,
en la dejadez, la
mala respiración,
en el calor, frío,
calor.
Tú.
Ya no distingo las tristezas entre líneas,
todo me parece gris.
Gris abandonado, de ese que grita un '¡Vuelve!',
sin saber a quién.
Lo único que entiendo es que me echo de menos.
No me recuerdo antes de ti, y ¿qué clase de psicópata te genera eso?
Asique Mayo, llora por mi
que el verano me llama y no sé de que sonrisa me voy a prendar,
esta vez no apuesto, esta vez que vengan por mi.
Si, eso
que vengan por mi.
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