nada,
adicción-decepción que te escupe a las espectativas
y se queda para ver como intentas romper -a llorarte-
sin éxito alguno.
Buscar algo de vida en cada resquicio de mala muerte,
evadirte dos niveles por encima
para abrir los ojos dos plantas hacia abajo.
Escuchar nuevas canciones mientras tu cuerpo las repudia,
sentir imposibles hasta deborar la palabra basta,
y sangrar por los labios todo lo que quieres por los putos ojos.
Últimamente nunca son horas, eres tú.
-¿Dolor?
-Nah, no sé, yo que sé.
Y tanto que sé todo lo que me pertuba,
todo lo que me hace ser quien temo convertirme
y todo lo que -me- destruyo en este vacío.
Mira a un lado,
mira al otro;
no es sitio para ti,
tú te has caído y no vas a salir
de esta jaula mental.
de esta jaula mental.
.
..
...
..
.
Nada, no tengo nada más que una A escarificada en los adentros
y un pecho que no cabe en ninguna cabeza.
Me bombea tan extraño el cariño
que creo que se ha perdido, con la pequeña A de la mano.
llevadme con vosotros y
abandonadme olvidando a Piedad
en la esquina, antes que a mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario