Ella no sabía nada.
No sabía ni que quería, ni de donde era, ni por qué estaba allí.
Lo único que tenía claro era la potencia de su voz al callar lo que sus atormentados silencios gritaban.
Sabía exactamente que tipo de persona era, una bastante incomprendida, pues amenudo se sentía sola.
Por alguna extraña razón, y fuese como fuera por el motivo que había llegado hasta aquí, tenía que ser por un algo especial., pero esto no estaba definido aún.
Por eso y muchas más cosas algunos días, cuando las estrellas llegaban a su punto máximo en la noche, a su zenit, ella bajaba la mirada.
No era algo consciente, sucedía sin más.
Ante la constante atención del resto, debido a este hecho, ella se desentendía de todo.
Miraba pero no veía, oía pero no escuchaba.
Entonces echaba de menos, más que nunca su hogar.
El mundo al que pertenecía.
Ese del que estaba alejada.
Ese al que hacía llamar 'Los Mundos de Yupi'.
Aquel al que volvía cuando se ausentaba de la realidad, cuando su mirada se volvía inerte, sin vida.
Donde los sueños salian a ganar alfin.
Fin.
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