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domingo, 22 de marzo de 2015

M o r t a l

Te ahogas
simplemente t e  a h o g a s.
Pero no en un vaso de agua
ni en un océano, ni en Mar
ya ni en ti.

Te ahogas en una espiral de valoresrepresivosdearrastredecadencial
que rueda y rueda;
¡Corre!
déjate llevar
muere,
muere muriéndo
nunca vivas---------------------------------------------fuerte
mantente,
ausente
jode, destroza.

Se cuadrado, plano, unilateral,
vive por los demás,
no creas
-en ti-,
no te sepas
no aprendas a querer bien
regodéate
disfruta de la desgracia ajena,
arrepiéntete
pasa hambre----------------------------------------emocional
cohíbete, pero después.
Siente con restricciones
palpa con espinas:

Destruye
destrúyete
destrúyelo
q u e m a,

(...)

a  r  r a  s  a ,
no des ni la primera oportunidad.
Joder, ¡muere!
muere de mí, si no es contigo.
Grita,
grita sin medida
hasta desbordar
las putas vidas que se te pongan por medio.
Elige siempre extremos, no razones.
Quiere, egoístamente
quiere con un puñal bajo la manga,
di que te han roto
disfruta de tu puto victimismo -in-finito
no creas que te quieres,
desgracia
sigue d e s t r u y e n d o.

Huye a medias
que no se note,
pero que siempre duela.
No te refugies,
cava en la cueva de los demás
promete
promete imposibles
promete lo que sabes que no vas a sacrificar, ni de cerca.
Duele
duele hasta la médula y más.
Siéntete único, especial,
eres distintamente: (i g u a l  d e  estúpido) al resto.


De verdad, acaba con todo.
Ya creo que está extinto.
Yo, soy yo,
y eso me ha matado antes de empezar.


-Burbuja, estúpida burbuja fugaz.
Prometo que te quise desde el fin,
desde ahora,
y
te digo adiós.
Te quiero, en serio
¡te quiero!
y las lágrimas que te rasan el ser
no me dan más opción,
asíque...hazme el favor, y no te despiertes jamás.

-                                              . Silencio.


-Puñalada amiga, puñalada propia,
te quiero hermana
te amo desde el más profundo odio imposible. Dijo A mientras se evaporaba desde la estancia.

 Nadie volvió a saber, nadie nunca supo...
Y yo, soy yo,
por eso me he suicidado antes de mirar;




  -al espejo-.


jueves, 19 de marzo de 2015

Tocada y hundida

Yo conocí a una chica pirata.
Ojalá hubiese sido carnaval para siempre...
y eso que yo, no lo soporto.

Se me metió en la sien izquierda
como quien tiene muchas ideas,
todas muy juntas
y
todas, profundamente armadas hasta tus dientes.

Me fabriqué un mundo ideal
en el que los sordos, estaban sordos por oír demasiadas estupideces
los ciegos, estaban ciegos por gustarles demasiado su mundo interior
y los mudos, eran mudos por amor al arte,
-del silencio-.

Allí, mi chica pirata era engullida cada noche por el mar,
quien la mecía hasta el éxtasis
y luego, la arrastraba hacia cualquier playa
en la que fuese Febrero
pero no helase demasiado los huesos.

Era la chica y pirata, con más demonios tatuados en el cuerpo
que sueños,
y lo más curioso es que siempre
al despertar tras el intenso oleaje
le ponía a todos los cantos (que no eran rodados), mi nombre.
Seguidamente les comenzaba a narrar en pensamientos la historia de un mar
Mar.

Un mar inocente cargado con: 
-50% heridas suyas
-50% aciertos.
Pero no en su pecho,
sino en la cabeza de todos sus tatuajes demonio.

Los cantos, que no eran tan cantos como parecían,
porque piedra
y yo, que me sigo preguntando en qué madrugada
llegó a ahogar Mar a la chica pirata que siempre vuelve -pese a-.
Avisando primero en sueños de los que nunca tenía.
En qué aguas se cometió el crimen
y por qué Mar dijo adiós sin decir adiós
solo permaneciendo,
a u s e n t e .

Que la chica pirata, era mucha chica pirata.
De hecho no era la primera carabela que tripulaba
y mucho menos,
la primera que llevaba al desastre.
Pero si el mar quiere,
no vuelves a subir a la superficie.
Y Mar, la quería.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Niña burbuja

La vida, la vida...
esa que tan pronto nos da
como nos quita.
Que ser niña burbuja, fue su idea
con todas mis consecuencias,
formas,
estupideces y demás cosas buenas.

El tiempo, el tiempo...
el que sin pensarlo siete veces
me disparó a los d i e c i e s e i s, latidos y medio.


Helándome el pecho,
pero no las ganas.
La voluntad,
sin tocar las huidas.
Los estados,
pero jamás la ausencia.

El amor...
a ese ni nombrarlo
pues no nos presentó,
se dedicó a tirar la primera y última piedra
con destino en mi tejado,
mental.

Que levantar cabeza es muy fácil sí,
pero yo nací del revés
y nunca le pillé el truco a las circunstancias.

¿Y si...y si...?
Y si sigo y no,
y si no, continuo
pero de culo.

Para no envidiarle mucho
a esas chicas bonitas
que lucen un invierno en las pestañas
una primavera en los labios
un corazón otoñal
y un infierno entre las piernas.

Para no reprocharle nunca más a un por qué 
de respuesta inútil,
con ejemplo de la musa del suicida 
que se queda a bajo cero
y sin quien cuente sus peripecias,
en la azotea de cualquier colgado al que le guste mirar antes de saltar
y aún así se lance
por la denegación de correspondencia asesina.


Por lo visto una persona puede ser muchas metáforas seguidas,
pero pocos hay que de una contradicción
nazcan monstruos azules, que disipen miedos;

sin
esperar
nada a cambio.
Que de la nada, nada sale
y yo sigo sin saber dónde/cómo maldiciones me encuentro.


domingo, 8 de marzo de 2015

C'est toi, mon Dimanche

Un comienzo con ansias de otro verbo
empezando del revés
y esnifándose cada ruptura que hará suya,
desde el momento en que se percate de la sentencia que marca el calendario.

La gente que no soporta los domingos 
lo hace por envidia,
envida por saber ser Punto y Final
de una semana bonita
o una semana de mierda,
pero final.

Los domingos son perfecciones 
rebosantes de imperfección a los que se las sudan tus quejas,
de pájaro volando porque ya hay ciento en su mano. 
Y de verdad;
los amo, lo amo
con sol o con lluvia,
de resaca o cervezas
solitario o en compañía.

Los amo tanto
como a su banda sonora
que nunca defrauda,
y en eso no tienen nada que envidiarte.

En ellos aprendí,
desaprendí,
asimilé de buena gana la ponzoña
y sonreí,
como no sabía que se podía hacer
con la condición de exclusiva revolución triste.

No me vas a dejar de pasar nunca,
espina diabólica con sed de inocencia,
esa que no perderás
ni a 7 kilómetros del arrastre inicial.

Te quiero (a) matar
y (a) morir,
como imagen congelada de una contraposición de vida
en la que fuiste,
y nunca mía
-del todo-
nunca tuya
-por siempre-
nunca de nadie
porque el resto,
se tiene creído demasiado, lo de corazón victimista.

'Que todo siga
no implica que avances',
con duda
de ser la frase que más te repetí en la boca
contra 
sobre
hacia
en, en, en...ella.

Me gustaría saber
en que puta cuneta salté
por no darnos la hostia de la vida que no tuvimos.
En qué jodida cuneta, se vertieron mis sueños
sin saber,
que cuando te tiras de un tren suicida
y pecas de salvación,
este se pierde
en sí mismo.
Pero lento,
como el ritmo que me mantiene las incertidumbres
 hasta mañana,
mientras sea hasta mañana.
Solo de Stand-by.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Querida (des)conocida:

Cuando te conciencies que eres espina
de esas que no se podrán sacar
por peligro de desangre,
a consecuencia de un 'sí, quiero'.

Porque ser un desastre 
fue sin duda el mejor de mis problemas
si Problemas te llamabas tú, de séptimo nombre
con antecedentes de explosivo v u e l a c a b e z a s .

Que ya,
y llaga
sin perdón ni derrumbe
ni epitafio,
que se le haya ocurrido saltar desde el reverso de mis ruinas
comúnmente denominadas espalda.

Y convivas con unas vistas a la oscuridad,
siempre que sean del mar
cuando lo más profundo que hayas contemplado
sea un espejo en llamas.
Y quien se refleja
un invidente armado,
que apunta en la incertidumbre exacta
y acierta como castigo,
pues debe ir al cielo.

Que si caminas sin rumbo intencionado
te topes con el anuncio de una vida al azar,
que tenga el boleto de derrota,
~a la que no se supera~
y creas que solo con eso,
has vencido ya mis infinitas guerras:


"Corazón destemplado que busca consuelo 
en costillas frágiles
conformadas de su único amigo;
Miedo".

Que siendo yo tan yo
desde que no tú,
y desconocida
en el reflejo de un reloj digital sin pila,
que espera no revivir
si lo apuñalan con cualquier otra,
que no haya gastado antes.

Aunque sientas ojos piraña que se crean inmunes
a burbujas con delirios, de implosión.
Y un cristal quiera ser cogido por un niño
que desconoce al señor Cuidado.

O mejor, un pintauñas color vacío, contra
una voz que se apaga por cada grito callado, y compite
por pelos que pondrán de pu(n)ta a canciones
camufladas,
de gemidos suicidas
que sueñan con saltar por clavículas desiertas
cada vez que no te lleven a ninguna parte
fuera de lo mucho que me has desconocido siempre.


Que traición tan puta,
creo que la quiero
puede que la ame
sé que la odio.
Me odio;
me odio como no sabrás querer nunca,
bien.