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martes, 30 de diciembre de 2014

Las mentiras que siempre son verdad

La verdad es que soy
una de esas personas
que podrían quedarse a vivir en un beso refrescante,
juvenil,
con ciertos aires de grandeza.

De esos que no temen a nada
y retan a cada centímetro de piel
sin importar el que no dirán.

Que sirven para decir un hasta luego de un segundo
y vuelven a la carga
y desintegran a la tristeza por un milésima
arropándola y dándole las buenas noches,
que aman ser un desastre.


La verdad es que soy
una de esas personas
que podrían morirse besando,
tanto rodillas despellejadas
como muecas color sonrisa.


La verdad es que soy
una de esas personas
que podrían y por poder no lo hacen.


La verdad es que soy
una de esas personas 
que nunca es.


La verdad es que soy
un beso refrescante,
juvenil,
con ciertos aires de grandeza
que no teme a nada
y va retando pieles ajenas
sin importar el que no dirán
con un hasta luego de un segundo
mientras vuelve a la carga
desintegrando a la tristeza por una milésima,
arropándola y dándole las buenas noches.

Que amo ser un desastre,
que cura rodillas despellejadas
y colecciona muecas color sonrisa.

Por eso, la verdad es que las mentiras siempre lo son.
 

jueves, 25 de diciembre de 2014

Punto y coma (;)

Avanza
corre
frena
contempla
respira
siente


¿Escuchas eso? Se llama libertad
tu nombre lo ha difuminado aquella ola
échale la culpa a ella, o a mi.
Por sentenciar(te).

Esta idea se ha cuajado en mis interiores
y esa elección te ha tatuado el punto.

Aparte o no, es un final
al que mis ojos le han añadido la coma
por eso de continuar y tal.

-¿Qué es de ti?¿Cómo te va la vida?
-Bien, feliz. Estoy feliz.


Hay respuestan que queman más que el fuego
tu cuerpo lo gritaba mientras te despedias
y la verdad, me encantaría decir lo poco que me alegra
pero hoy, no es el caso.

 

martes, 23 de diciembre de 2014

De tanto en tanto me acordé de mi

Te he buscado en; la niebla
la nieve que no llegó a cuajar
la luz tenue de mi cuarto
edredones ajenos
la lluvia que rozaba mis mejillas, y presumía de ser lágrima.

Te he perdido en; el vuelo de la última hoja asesinada por Otoño,
a la vuelta de la esquina
en la mirada de decepción de esa madre marchita
y en todos los parques públicos que se quedan vacíos a las 3 am.

Te he encontrado en; el vuelo de esa falda
mil poemas de desamor que hablaban de ella
la canción que me representaba y se clavó en el alma como si de chinchetas se tratase,
el último calo de María.

Te he adorado en; todos los bares que estaba dispuesta a cerrar en una noche de locura
el culo de las últimas cien pintas de cerveza que han recorrido mi garganta
un atardecer voraz
y en los aullidos de auxilio de la luna cuando se ve decreciente.


Te he tanto en tantas cosas 
que se me olvidó el principal motivo
no eres tú, soy yo.
Y por eso, te deshecho.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Definición verso a beso

A ella hay que mimarla entera
adaptar tu voz a cada una de sus curvas
a cada giro inesperado de vuelta,
hasta que te rompa la historia.

Hay que sentirla bien dentro
como si fuese el mejor polvo de la vida que no has tenido,
dejar que actue segundos antes en tu mente
como si de cocaína se tratase.
Dejar que te asfixie al igual que la mano de un sadomasoquista.

Hay que palpar cada fragmento
aunque solo hablemos de su impresión.
Y besarle las rodillas cuando esté deshecha.

A ella en general hay que quererla,
de título a final
de tristeza a alegría
y viceversarnos.

La sociedad le ha creado un complejo incorregible
y es que ella siempre será la chica bonita de la cuarta fila.
Sí, esa que gira la cabeza para que no la veas sonrojar
tras el piropo más ocurrente en tres años.

Porque todos sabemos que ha enamorado a unxs cuantxs
pero ella solo corresponderá con la duda.

Y es que tratarás de definir cada uno de sus ápices
cómo te hace sentir, cómo es, quién llegará a poseerla...
pero nunca, jamás de los jamases acertarás tú
si es su ejemplo.

Porque la poesía al final es solo eso,
un imposible en forma de acierto
que te tira una piedra al corazón
y luego sale corriendo...

lunes, 15 de diciembre de 2014

Quien avisa sí es traidor

Partamos desde aquel día en el que empezaste a hacer ese truco de magia;

-cómo aparecer sin haber venido-


Después de sumarle otra ruptura a la derrota
       después de restar vida,
        la mía te da las gracias
ya no agoniza.


¿Tú sabes lo que es ver a una niña ahogarse en la fuente de tus deseos?


Mi inocencia sí, te manda recuerdos.

Ignorar el problema desde luego que no es la solución
pero tratándose de mí, tampoco me vales.

No he aprendido a dejar de estar triste,
aunque sí a excluirte de ella.

He aprendido a respirar sin latido
pero no. A todo.
Como respuesta, como final.

Es mi último aviso:
vete a perturbarle los sueños a otra.

Aquí ya no se distingue lo que es amor
de un asesinato.

-Bang...-.

sábado, 6 de diciembre de 2014

Aleteo de muerte

He visto la primera mariposa de invierno.
Aleteaba gritándote,
al igual que estas palabras
que se visten de rojo.
Que se bautizan con Ludovic sonando de fondo, y sangran.
Que huelen a frambuesas, y tienen algún que otro hueso roto.

Caer de la misma manera con distinta piedra;
¿cuenta como doble error?


Ojalá grites como la primera mariposa presa de Invierno
y sientas el dolor de no sentir,
y me beses esta contradicción.


Ojalá sueñes que eres la entrada del concierto que tanto ansio
y te rasguen el lado,
esa esquina de mi vida donde ejercías tan bien la prostitución.


Ojalá te llegue el amargo acto de una interrupción en mitad de la más clara inspiración
y yo sea la fuente
y tú, la gota que colma el vaso, que nunca llega.

Que no vive en la boca de una chica bonita
y baja por su garganta,
acariciando sus cuerdas vocales.


Ojalá en tu próxima vida seas un charco y nadie te pise.
Ojalá, ojalá.

Ojalá nunca repitas esta tortura con otro alma igual de diferente.
Ojalá no le jodas la inocencia más, a ninguna otra niña mayor
y se te invierta todo este contenido en la cara,
ojalá.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Sucedáneos de X

-¿Cuánto vale la x?- pregunta el insulso profesor.

Como si contase algo más allá de la nada.
Como si pudiese tocar, y lamer
e insultar.

-Llámala equis- decía siempre cuando le preguntaban el nombre del arma que le había asestado ciento tres puñaladas sin querer a queriendas.

Como si se la hubiesen marcado a miedo lento, en la piel.
Y no pudiese contar el antisecreto que le recorre la espalda de madrugada.

-X frente a un espejo es igual a x- afirmaba sin firmeza.

Como si la mirada de equis, frente a un espejo, no fuese proporcional a la ruptura que se me escapa entre las escamas, si partimos de la ecuación: 'los principios que comienzan por engaño no terminarán más lejos de ahí'. 



Aplicar las matemáticas siempre se me dió bien,
hasta ponerlas en marcha
y con ello,
besar el suelo.

Y después masticar cristal.

-Vaya...-pensó.-No sangra, sonríe.

martes, 2 de diciembre de 2014

Bala 1:11

Ponte en situación;

 autobús escolar en contra dirección
y luego la kamikaze soy yo.


Vamos a ver, que beso a las doble negativas
porque y(no)o puedo.

O acaso ¿me lo voy a impedir?

Olvídame, lucha por echarme valor.
Encima.
Y que me arroye
y que nos abrace
con el calor que aún no sabes.


Insulta a la verdad por tener
una bala más que tú:

tranquila, siempre estuve en su bando.


Si yo hago carrera en ser disparo
sabré que eres gatillo.

No me maulles, araña con tela
que me he quedado sin casa

     no   
            encuentro 
                                un 
                                        buen 
                                                   camino    
                                                                  con
                                                                           piedras
                                                                                          para
                                                                                                     tropezar.

lunes, 1 de diciembre de 2014

De nombre Ilusión

Tiene una mirada que proyecta miedo,
su futuro cambia cada segundo
¿tsunami o paraíso?
  tú nos decides.

La ciudad gris susurra en pretérito sin pasado.
Adiós dicen los que no saben despedirse porque no pueden
y la distancia no muy lejana me prepara para soñar.

Cambios, quería cambios y nunca se ha detenido.

¿Qué nos sucede,
por qué no somos capaces de llevarnos bien?

Yo te tenía en un pedestal, Ilusión.
Del que ambas nos hemos caido contra el cielo.

Mar naranja, atardecer azul...
sonamos demasiado bien;
demosle un susto que nunca pueda olvidar.