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miércoles, 28 de enero de 2015

Todo recto, primera Isla a la izquierda

Se cortó el pelo para no volverte a ver.
Pregúntale por qué tiene miedo a la pregunta
y con ello a respondernos.

Cántale las mentiras
que no se atreverá a escuchar
si no son de esa boca del diablo.

Afírmale la estrella
que le guiña un ojo todas las noches
que ella agacha la cabeza al salir del metro.

Manifiestale todas las baldosas de sueños
que le ha pisado a la ciudad.

-Llora por todos sus poros-

Hay mujeres poesía y mujeres poema
hay mujeres escrito y mujeres canción.

Hay bocetos que llevan sus ojos
y gatos que calzan su mirada.

Aparenta ser todas las flores que terminarán
sobre alguna tumba el día de todos los santos.

Decide en su lengua
el castigo que obtendrá el siguiente
explorador, que se atreva a pisar la isla

que tantos miran
pero tan pocos divisan.

lunes, 26 de enero de 2015

Paloma y el sueño

Que nunca tuvo
porque siempre;
vivía sobre él
dormía sobre él
besaba ante él.

Se aseguraba de ser perseguida a cada hora
como si fuesen a perderse para siempre
como si al empezar a jugar,
se quemase la partida.

Eran esclavos de lo mutuo
amantes
desertores de sí mismos.

Se viceversaban
se no querían
se sí se odiaban.

Te mandarían a la mierda
con tal de no perderse
y hacerlo ellos a solas.

Ni música, ni ruido
se encuentran
se cuelan en los huecos provocados,
se mueren
-viviendo todo lo que ya no existe-.

Se sueñan soñando
en el sueño que los separa
y
no será capaz
de ponerles fin.

miércoles, 14 de enero de 2015

Las letras también tienen uñas

Este poema será la celda
que encierre todo lo que no te pasa aún
quién te susurra por las noches que vuelvas,
y sin embargo, se va sin darte el beso de malas noches.

Estas palabras serán la cárcel
sin forma que corona tu vida de lado a opuesto,
y te retiene
cortándote las alas que estuvieron ayer en mi espalda.

En este escrito me maté yo,
el día que el remedio se folló a la indiferencia
y la enfermedad se enclaustró de aurícula a ventrículo
de ventrículo a verso
de escalofrío con vuelta a aurícula
entre verano e invierno
de tú a opuesto
y de yo a lado,
mientras mi ausencia sangraba
cada rima que nos hicimos en los labios.


La escarcha ya no se soporta como antes
sin fuego
sin arte
joder, ¿qué hicimos tan poco bien para terminar en este desdén?

No pararé de saludar diciendo adiós
como tampoco puedo terminarte sin una pistola
apuntando a todos los miedos que se marcharon
y aún así siguen llamando,
cada mes 
por si acaso no te ves la cicatriz que me hice por tu olvido.

Días, noches, primaveras, segundos, dos años...
En definitiva, el tiempo que ya no tendré para mandarte a la mierda.
Devuélvemelo.
 Y así, tal vez;
 Tendrás la fuerza necesaria para decir basta,
 haciendo del mundo un sitio mejor.


 

sábado, 10 de enero de 2015

La víctima a la que nunca le obligaron

Estaba pensando lo triste que me pone la sociedad
y lo poco que me pertenezco.
Que es como mi manía de empezar muchos libros
y dejarme a medias
o sin ellas,
porque estamos rotas
del odio que corrompe
y hace carreras sin querer.
A los que desafían y no llegan,
hasta el mismísimo final.
Ya no tanto por 'el miedo al que dirán'
si no por el 'qué hacer una vez se marque sentencia'.

Que está muy feo eso de cadena perpétua
y encarcelamiento en la estantería
con polvo
de todos los que no echaremos.

No se me ocurre
una forma más elocuente
de decir un te quiero sin decirlo,
que silenciar el tiempo y perder los modales.

Es un error no buscar
aunque ya te hayan encontrado
porque no lo han hecho,
porque no serás la misma de ayer
con la mirada que me desgastas hoy.

Estaba pensando en lo triste que me pone la gente
que no sabe querer bien,
en lo fácil que resulta
y lo que nos gusta complicarnos la realidad
con tal de ser la víctima del cuento
a la que le jodiste todo lo que no le quedaba por vivir.

Todo esto me recuerda
a lo de obligarme a comer
cuando por las mañanas solo me entras tú
y eso que aún, no sé a quién me escribo.

domingo, 4 de enero de 2015

De ganas (nadie) se muere

Me acaba de entrar la imperiosa necesidad
de echar de menos y no saber el qué.

De preguntarle al tiempo si fuese persona
qué aspecto tendría.

De cerrar un sobre con una carta en blanco dentro
y echarlo al buzón después.

De escribir a musas que nunca voy a conocer.

De preguntarle al mar si sus lágrimas saben dulce
para ir contracorriente y reírse del resto.


El móvil está sonando y no lo pienso coger,
decepción si no fuese la voz que todavía no me ha hecho temblar hasta los cimientos.

Todos deberíamos querer irremediablemente al día que asesina la semana
y da a luz a la siguiente,
todos deberíamos tener amor propio para decir basta.
Y de todos, ser tan únicos al igual que nadie.

Me voy a estar despiendo tres horas
no vayamos a ser mentira y sorprendernos después.

Te quiero como se quiere al que es incapaz;
¿Dónde se ha quedado la falta de valor de besar a una desconocida y cambiaros la vida para siempre?