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sábado, 22 de noviembre de 2014

Disculpa, esa decepción es mía.

No me he perdonado lo que nos has hecho.
Ella tan perdida, yo tan rota sin pedazos.

Entiende cuando le hablo de ti que es una ausencia.

No saborea, porque no tiene tu gusto.
No degusta, porque no es flor lavanda.
No comprende, porque es una niña pequeña.

La más bonita del parque de hace catorce años,
si, si. Esa, la de los leotardos recien rotos.
La que ha agotado todas las lágrimas que no desperdiciará de mayor.

-Jajajajajaja, de mayor, como si algún día fuese a crecer...

Te he dicho que lo entiendas y no.

'Nada ni Nadie' son mis nuevos apellidos.
Es ausencia, grito y cristal.
El ya verás que nunca ves,
y aún así pones toda la fe que no tienes
en su ojo ajeno.

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Me has destrozado la muerte.
Ahora estoy destinada a vivir algo que no quiero.

Gracias por esta coronación cadáver,
al menos puedo ser reina de algo.

martes, 18 de noviembre de 2014

Diálogo; 'Hasta las miradas tienen forma'.

-Ya está, se acabó. Es hora de empezar a poner muchos puntos finales -o a parte más bien-.

Lo dijo con toda la firmeza que no tenía, como si se pudiese engañar a uno mismo desde el autoconvencimiento. 
 
+¿De qué te has cansado realmente, A?

-No sé, L. La gente dice saber muy bien qué es el amor, y todos lo nombran como si fuesen conscientes de lo que tienen entre labios, cuando ni por asomo, ni en un solo momento es así.

+Yo creo que el mundo está ciego, solo se ve desde el ombligo propio.

-Haces bien, veo que no pecas de irreal, L.

+Y tú, A, ¿en qué te atreverías a medir el amor?

-Mirada como referente básico, L, ahí está hasta lo que falta. Si me tuviese que fiar de alguien está claro que solo sería de ella.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Fiesta a la redundancia

La facilidad de mirar un mismo objeto
con distinta luz.
Y lo que cuestas
y lo especial que me niego a no ser,
unido al latido del primer abrazo
que sino nos hemos dado.

Y la parte de tomar la iniciativa
siempre y cuando empiezes tú.

Y redundarte
y redundarnos.

Como la melodía de piano que es mi ausencia.
-O el día que lluevo y no haces sol-.

Lo que conlleva vivir esperando
al próximo timbre.
O la torna amarilla del follaje
anunciando caidas
y despidos
con despedidas.
De esas ya realizadas,
y adioses sin irse
y saludos sin volver.

El cambio se ha introducido,
insultemos a la constancia, quieres.
A ver que te parece un escape de humos en mi chimenea.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Cuento para no dormir

Érase una vez; un Jueves que volvía a ser deseado
acompañado del frío, se instauró en dos almas color azul.
La noche que arreciaba teñida de naranja
trajo los silencios más brillantes desde hacía meses.

Porque no es lo mismo callar por callar
que suspirar de nada.
No es lo mismo encender estrellas con la mirada
después del mejor poema del repertorio
que coronar a Ulises rey de corazones.

Tranquilo, hemos comprendido que te veremos crecer
nosotras contigo, insultando hasta la sed
de los que hablan sin decir
ríen sin placer
o mienten con desdén.

Porque sigue sin ser lo mismo estar en la nada bien acompañada
que muerta de desgana.
Asique por eso y mucho más;
gracias Jueves, por devolverme a su burbuja.
Si me quiero ahogar ya se adonde acudir,
donde firmar y donde ser.

 Dedicado a la causalidad más bonita de un Octubre incierto; 1999.



miércoles, 12 de noviembre de 2014

Salvación cadáver

Se me ha roto el hueso doscientos siete que no tengo.
Lo entiendes,
lo entiendes cuando te da por sonreír
y sabes que no hay ni vacío
ni silencio
ni el más mínimo ápice de odio queda ya.

Es como llevar un espejo dentro
que solo ve las pérdidas de los que se reflenjan en él
porque no te engañes; ya no eres tú.

No queda nada, nada de esa chica de mirada viva,
esa a la que le encantaba ya no te acuerdas qué.
Esa pobre ignorante
cazada como la gacela más inválida de toda la manada
como la m(enos)ás apta para el amor.

Eres consciente cuando tus pasos dejan rastro a caváder en el suelo,
cuando ni con la mejor legía del mercado logra salir la mancha
o simplemente la gente choca con la soga que tienes atada al cuello
y ya ni te presiona, ni deja de hacerlo, no notas que está ahí
acenchante al propiezo de victoria
que te salve
de todo lo que no tiene sentido más allá de sus fronteras.

La entrada de sentir ha explotado de combustión espontánea
no te eches la culpa, está claro que la tienes
y que yo no te lo he (im)pedido lo suficiente.

Gracias por enseñarme que la vida no es un cuento
me quedo con la moraleja que no he comprendido.
 
Ahora, yo me quedo sin mi
eso es lo que cuenta
y quien nadie vale.

martes, 11 de noviembre de 2014

Adiós mil trescientos cuarenta y siete

La diferencia entre sonar roto y estarlo
me ha llevado a procurarte de menos.

Tengo empolvados unos recuerdos 
que se trazan por líneas discontinuas;
de sed -de sangre-, de desidias.

Es muy fácil culpar al contrario
y culparte
y culparme
y entender que nadie tiene la culpa
de las causalidades de tu gilipollez innata.

No es sencillo continuar las tardes de lluvia
tú, solo tú sabes que eran las que nos juntaban en una
tú y solo tú tienes derecho a callar obligadamente,
yo y solo yo tengo el deber de impedirte pedir explicaciones.

Este es el adiós mil trescientos cuarenta y siete,
creo que tengo la fuerza de voluntad que representa 
el miedo que siente el elefante por la hormiga,
el león por la espina o el humano por la avispa.

Creo que tu miedo se traduce en mi impotencia
muerta. Hace siglos. De ti. Sin-tigo-. Sin mi.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Nada, nada de nada.

Estaba pensando
que nunca antes me había costado
mantener mi voluntad
de forma tal que no se me saliese del pecho.

Estaba creyendo que no era el final de finales
y seguiríamos inmersas en ese bucle destructor de corazones.

Estaba en paz aquel invierno
¿Por qué?
¿por qué, por qué, por qué, por qué, por qué, por qué,
por qué, por qué, por qué, por qué, por qué, por qué?

Nada,
nada de nada.

La vida no era eso que ví la primera vez
y no sé si debería contarlo
como el mejor engaño que me haya invadido el terreno corporal.

Estaba aceptando que no podía ser diferente
y acerté
de bruces
contra la nada
esa que por nombre llevaba
la primera letra del afirmativo letal.

No, de eso ni hablar
me niego
se acabó
desisto de desistir desistiendo

Me voy a armar de valor para no mover ni un solo dedo
de los que debían haber estado dentro de ti.

Esto solo es la despedida, de las despedidas
porque Noviembre, ya sabes
que tiene de nombre una canción triste
y por tristeza ya ni contesto yo.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Por todos los santos

Culpable, dilo con mayúsculas.
Sensata, por no serlo.
Delicada, por quebrar.
Mortal, en sueños.
Cadaver, por pecar.

Escuece sin distinguirse herida alguna.
Quema bajo hielo.
Castiga el tiempo.
Entierra la soledad.

Saluda al infierno; es mi próximo hogar.

Noviembre

Sube
baja
cae
respira
siente
piensa
llora
anestesia
decadencia
perdición
vacío

y aun te preguntarás qué nos pasó.